Debemos hablar de Las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, quienes se han dedicado, desde enero de 1955, a la Educación Integral del niño Deficiente Auditivo – Sordo, en el entonces llamado “Instituto de Fonoaudiología Juan Pablo Bonet”, hoy Unidad Educativa Especial “JUAN PABLO BONET”, desde 1983, con Fe y Alegría.
Inicialmente fueron 8 hermanas, que la Congregación, envió desde España y Chile, preparadas en educación especial y para la atención pedagógica, en esta área especial. En la Institución se contaba también con Instructores de talleres, quienes preparaban vocacionalmente a los niños, niñas y jóvenes desfavorecidos; en las áreas de Peluquería, Artes Gráficas, Dibujo, Manualidades, Corte y Confección, Carpintería y Talabartería; permitiendo que salieran ya con una preparación técnica, que además de salir ubicados para un trabajo laboral, les permitía sentirse valorados, útiles e incluidos Socialmente, con el objetivo de transformar, desde una concepción educativa humanizadora, cuyo centro es la persona; lo que sólo es posible desde, con y para los empobrecidos, los excluidos, los infortunados en esta sociedad Venezolana.
Al correr de los años, se fue incrementando la matrícula porque fueron conocidos a nivel nacional e internacional, los logros formativos del instituto, alcanzando una matrícula de 120 alumnos, entre internos y semi internos, venidos desde el interior del país, Madrid, Curazao y toda la Gran Caracas – Edo Miranda.
Hemos logrado, integración de estudiantes sordos a la escuela regular, sobre todo en Educación Primaria, cuando el estudiante tiene buen resto auditivo y ya ha adquirido lenguaje básico y contenido pedagógico adecuado al nivel educativo. Se procede con la aprobación de los representantes y en diálogo con la institución educativa donde se daría la integración a una escuela regular.
Así mismo, después que el estudiante ha alcanzado estudios de bachillerato, e incluso, estudios universitarios, muchos de nuestros destinatarios sordos, han logrado puestos de trabajo en empresas como el Metro, la Bigott, en Imprentas y como administradores responsables.
En el hoy de nuestra labor educativa, y a pesar de las diversas dificultades de país…, falta de personal especializado y de recursos, que antes proveía la empresa privada; con orgullo, alegría y sacrificio, seguimos acompañando a nuestros estudiantes y a sus padres, en su proceso formativo; hasta recibir sus respectivos títulos de bachiller; con un porcentaje, que, de 16 estudiantes egresados, 11 con oportunidad de estudios universitarios.
En la actualidad, nuestra matrícula es de 124 estudiantes con Discapacidad Auditiva, Problemas del Lenguaje, con Discapacidad intelectual, Asperger –Autistas- y ATENCIÓN a otras Necesidades Especiales; desde Preescolar hasta Media General.
Hay una realidad a tomar en cuenta, el sordo se integra en la comunidad de sordos y a su vez, está inmerso en contextos sociales mayores, donde predominan en forma global y absoluta lenguas que se basan en la audición, comprensión y expresión (oral, escrita y gestual); que, para su adquisición y desarrollo, necesitan atención adecuada en el proceso básico escolar, como instrumento primordial de relación y socialización.
Las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada tenemos como modelo de persona a Jesús. Deseamos ser capaces de situarnos en el mundo desde la experiencia de los pobres, comprometidas solidariamente por la paz, la justicia y la integridad de la creación, liberadoras de nuestro medio, compartiendo las angustias y esperanzas de nuestros pueblos.
Nuestro carisma es dinámico, pues, al igual que nuestra fundadora Madre Francisca, procuramos escuchar los mensajes que el Espíritu nos transmite a través de los hechos de cada tiempo y lugar, para poder responder con creatividad y sencillez a las necesidades de los pueblos. https://www.franciscanasinmaculada.org/, por eso la necesidad de mantenernos ABIERTAS A LAS NECESIDADES DE LOS TIEMPOS.
Agradecemos al Centro Gandhi, aquí en Caracas – Venezuela, que nos brinda esta oportunidad de compartir algo bueno de los que somos parte en este mundo necesitado. ¡Dios les continúe fortaleciendo y animando en su labor silenciosa!